
“Nunca imaginé que Televisa me iba a llamar y me iban a decir: ‘Te queremos’ ”, confiesa Angélica Vale (con, de izq. a der., sus compañeros Diego Olivera, Alejandra Barros y Emmanuel Palomares en una locación en Ciudad de México en marzo).

“Trabajar con Angélica es una gloria”, sostiene el argentino Diego Olivera, quien es la pareja de Vale en el culebrón. “Es una gran actriz”.
![<p>“Estaba desilusionada, decía: ‘¿Qué seguirá para mí? ¿Y ahora qué hago?’ ”, cuenta junto a Alejandra Barros, Vale, quien había terminado su contrato con Telemundo y estaba viviendo en Los Ángeles sin sólidos prospectos laborales. “De pronto recibí una llamada de México. [Pensé:] ‘¿Me hablan de Televisa? Me dejaron un mensaje de que Carlos Moreno quería hablar conmigo’ ”. El productor mexicano le propuso ser la protagonista de <i>Y mañana será otro día</i>, una comedia romántica que cuenta la historia de una mujer enferma de cáncer que para no dejar a su esposo e hijos solos busca quien la reemplace antes de morir, el personaje de Vale. “Dije: ‘¿Dónde firmo?’ ”, recuerda Vale. “Estoy agradecida”.</p>
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“Estaba desilusionada, decía: ‘¿Qué seguirá para mí? ¿Y ahora qué hago?’ ”, cuenta junto a Alejandra Barros, Vale, quien había terminado su contrato con Telemundo y estaba viviendo en Los Ángeles sin sólidos prospectos laborales. “De pronto recibí una llamada de México. [Pensé:] ‘¿Me hablan de Televisa? Me dejaron un mensaje de que Carlos Moreno quería hablar conmigo’ ”. El productor mexicano le propuso ser la protagonista de Y mañana será otro día, una comedia romántica que cuenta la historia de una mujer enferma de cáncer que para no dejar a su esposo e hijos solos busca quien la reemplace antes de morir, el personaje de Vale. “Dije: ‘¿Dónde firmo?’ ”, recuerda Vale. “Estoy agradecida”.

Angélica Vale, siempre encuentra un espacio para estar junto a su familia. Aquí la vemos maquillándose ella misma antes de salir a escena.

“Siento como si nunca me hubiera ido”, confiesa la mexicana, que de lunes a viernes vive en Ciudad de México y va a Los Ángeles los fines de semana para estar con su esposo Otto Padrón, de 54 años, y sus hijos Angélica, de 5; y Daniel, de 3. “Entré por la puerta que siempre había entrado. Se me puso la piel de gallina de la emoción. Estoy como pez en el agua”.

El director de escena dio pausadamente las instrucciones a Angélica Vale y Alejandra Barros durante las grabaciones en un restaurante en Ciudad de México.

“Tanta gente que dejé de ver varios años. Ha sido un reencuentro maravilloso”, cuenta Vale (con trabajadores de la producción de Televisa).“Es un lugar que quiero, donde crecí”.

Angélica Vale formará un triángulo amoroso con Diego y Alejandra. La telenovela toca temas fuertes como el cáncer y la muerte.