La estrella del hip hop apostó por un atuendo en plata y blanco, recubierto de pedrería brillante y con estampado animal, diseñado por Peter Dundas.
Anuncio

El Super Bowl se ha convertido en todo un acontecimiento nacional, no solo deportivo, pues a veces nos olvidamos de que es un partido de fútbol americano, también para el mundo de la publicidad, con los comerciales más caros del mundo, y del espectáculo con los miniconciertos que se organizan en el descanso del partido. 

Grandes nombres de la música como Madonna, Beyoncé, Bruno Mars o Jennifer López y Shakira han protagonizado este evento con sorprendentes y llamativas puestas en escena. Este año, ha sido la primera vez que una estrella del hip-hop protagonizaba la actuación del medio tiempo y no podía ser otra que la reina del género, la icónica Mary J. Blige, quien deslumbró a casi 100 millones de personas con su actuación. 

Además de interpretar grandes éxitos como Family Affair No More Drama y compartir tarima con otros increíbles artistas como Snoop Dogg, Eminem, Dr. Dre, 50 cent o Kendrick Lamar, Blige deslumbró, literalmente, con su atuendo. Para hacer historia de la música, la cantante confió en Peter Dundas, el diseñador noruego afincado en Los Ángeles, quien ya cuenta con experiencia en este show, y diseñó los trajes de lentejuelas que usó Shakira en su actuación de 2020. 

Dundas trabajó mano a mano con Jason Rembert, estilista de Blige desde hace años, para bucear en su extensa carrera y encontrar piezas y referencias que hayan sido claves para la artista. La intérprete ha portado miles de looks diferentes en todos estos años, desde camisetas de béisbol a pantalones cargos o estilizados vestidos, y tiene un sentido de la moda muy particular. Además, a la estética acorde a la personalidad de la reina del hip hop soul, Dundas debía diseñar ropa que le permitiera moverse con comodidad por el escenario y realizar no solo la coreografía establecida, sino cualquier movimiento que desease improvisar. 

Mary J Blige Super Bowl look
Credit: Kevin C. Cox/Getty Images

En su investigación, Dundas se fijó en luinarias del arte y la música como el director de la banda de jazz Cab Calloway o las esculturas monumentales de la artista francesa Niki de Saint Phalle, en especial su obra Jardín del Tarot, ubicada en Italia y que utiliza fragmentos de espejo que reflejan la luz en algunas de las piezas. 

El resultado es un llamativo conjunto de crop top con cordones en el frente, mini shorts, botas hasta el muslo y sombrero, todo en tonos blanco y plata recubierto de pedrería brillante y estampado de leopardo de las nieves con pequeñas piezas de espejo. Un atuendo que mezcla el dramatismo y aire salvaje del estilo del pasado de Blige con un enfoque vanguardista. 

Sus bailarines vistieron un glamoroso traje de perdería brillante en plata oscuro con aberturas en la parte superior, a juego con la vocalista y todas las piezas de vestuario están disponibles como NFT, sumándose a la tendencia imparable de reflejar la moda física en el universo virtual. 

Para completar su look bling bling, lució unos aros de oro blanco con diamantes de Sister Love, diseñados por la propia Mary J. Blige en colaboración con Simone I. Smith

En cuanto a belleza, la maquillista Porsche Cooper fue la encargada de crear el look femenino y luminoso de la intérprete en el que destacaba un exagerado ojo ahumado, labios naturales y un radiante contorno con iluminador en color cobre, utilizando productos Fenty

Tim Wallace fue el estilista a cargo del cabello de la diva, para lo que empleó larguísimas extensiones, aunque no tan largas como el hubiera deseado pues el único requisito de Blige fue que el peinado le permitiera moverse con libertad. Con la raya partida en el centro, la melena caía en ondas hasta por debajo de la cintura en un rubio degradado muy oscuro en las raíces y totalmente decolorado en las puntas. 

¿Qué te pareció la actuación?