La actriz colombiana de 57 años dijo que se cansó de ocultar sus arrugas y que está lista para das la bienvenida al “espectáculo de su propio envejecimiento".
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Margarita Rosa de Francisco
Margarita Rosa de Francisco
| Credit: Mezcalent

Margarita Rosa de Francisco es un indiscutible ícono de belleza. Cansada de pretender ser perfecta y esconder su edad, la actriz sorprendió con un video en el que expresó que está viviendo una etapa de aceptación y liberación en torno al miedo a la vejez.

La protagonista de la exitosa telenovela Café con aroma de mujer en su versión original, quien decidió recientemente cerrar todas las redes sociales [excepto TikTok], compartió en un clip en el que explicó que está sorprendida de que en dicha plataforma no recibe críticas constantes sobre su apariencia y que finalmente tomó la firme decisión de dejar el botox.

"El espectáculo de mi propio envejecimiento es algo que no me quiero perder, no quiero ponerme más botox ni rellenos. Estoy curiosa de ver cómo es el proceso de mi envejecimiento. Antes, cuando tenía antes como 40 y pico, sí me alcanzó a dar esa crisis de vejez y me puse relleno en los labios y botox en todas partes", admitió la colombiana de 57 años.

La artista dijo que desde la pandemia no se hace ningún tipo de tratamiento para la piel de ese tipo y que este tiempo de encierro le enseñó a aceptarse tal cual es.

Tras la viralización del video en Tik Tok, donde cuenta con casi 300 mil seguidores, Margarita habló en una entrevista en BBC en la que habló sobre los estándares de belleza, el amor a su cuerpo, sus canas y hasta el tabú en torno a temas como la menopausia.

En cuanto a las razones por las cuales abandonó las redes sociales donde contaba con millones de seguidores, aclaró que todo se debió a que se preocupó porque era una de las 10 personas más influyentes en Twitter en su país y que allí había terminado haciéndose eco de información falsa y "metiendo mucho la pata".

"Entonces dije 'me voy antes de que me siga más gente y que cuando meta la pata sea peor'. Prefiero no seguir siendo parte de esta falta de reflexión sobre todo. Twitter es un espacio donde no se puede debatir, no se puede elaborar una idea. No hay tiempo para oír lo que dice el otro, digerirlo y luego pensar. No hay espacio para eso. Hay mucha vanidad en uno como tuitero y como tuitero popular, entonces también me pareció liberador haberlo hecho y no me he arrepentido. Estoy feliz desde que no tengo Twitter", manifestó.