¿Podrías tener diabetes tipo 2? 10 síntomas de la diabetes

La diabetes tipo 2 es una condición delicada, pero la buena noticia es que un cambio en el estilo de vida puede ayudar a prevenirla o retrasar su diagnóstico.

Si sientes la necesidad de orinar frecuentemente -particularmente en la noche- puede ser un síntoma de diabetes. 

Cuando se tiene diabetes, los riñones se aceleran para intentar eliminar la glucosa extra en la sangre. Por ello, surge la necesidad de orinar constantemente, incluyendo que tengas que hacerlo en varias ocasiones durante la noche. 

Tener sed en exceso significa que tu cuerpo está tratando de reponer todos estos fluidos que pierdes.  

Estos dos síntomas generalmente van de la mano y son “la forma en que tu cuerpo trata de manejar un nivel de azúcar elevado en la sangre”, explica la doctora María Collazo-Clavell.

Tener los niveles de azúcar demasiado altos puede causar una rápida pérdida de peso, digamos entre 10 y 20 libras en dos o tres meses -pero esto no es una pérdida de peso saludable. 

Cuando la hormona de la insulina no está ayudando a que la glucosa llegue a las células, en donde es usada como energía, el cuerpo piensa que está pasando hambre y comienza a usar proteína almacenada en los músculos como una fuente alternativa de energía. 

De igual forma, los riñones también están realizando trabajo extra para eliminar el exceso de azúcar, lo que puede llevar a una pérdida de calorías (que puede hacer daño a los riñones). “Estos son procesos que requieren de mucha energía”, asegura la doctora Collazo-Clavell. “Se crea una deficiencia de calorías”.

Una sensación excesiva de hambre, lo cual es otro síntoma de la diabetes, puede ser causada en aquellos momentos en que los niveles de azúcar en la sangre están demasiado bajos. 

Cuando los niveles de azúcar se desploman, el cuerpo asimila que no ha recibido alimentos y pide la glucosa necesaria para que las células puedan funcionar.

Picazón en la piel, quizás resultado de resequedad o mala circulación, puede ser una señal común de diabetes, al igual que otras condiciones de la piel como la acantosis nigricans.

“Esto es un oscurecimiento de la piel alrededor de las áreas del cuello y las axilas”, dice la doctora Collazo-Clavell. “Cuando esto sucede, significa que las personas tienen una resistencia a la insulina, a pesar de que su nivel de azúcar en la sangre no sea muy alto. Cuando veo esto, tengo que comprobar su nivel de azúcar”.

Una lenta recuperación de infecciones, cortadas y moretones es otra de las señales clásicas  de la diabetes. 

Usualmente, esto sucede debido a que los vasos sanguíneos están siendo dañados por cantidades excesivas de glucosa que fluyen a través de las venas y las arterias. 

Esto genera que sea difícil para la sangre -necesaria para ayudar a la recuperación- llegar a las diferentes áreas del cuerpo.

“La diabetes es considerada como un estado inmunosuprimido (estado en el que el sistema inmune del cuerpo ve afectada su habilidad para combatir infecciones y enfermedades)”, explica la doctora Collazo-Clavell. Esto significa que hay mayor susceptibilidad a una variedad de infecciones, entre ellas las infecciones por hongos (cándida), agrega la experta. Condiciones en las que haya azúcar en abundancia son propicias para el desarrollo de hongos y bacterias. 

Las mujeres, en particular, necesitan estar muy atentas a infecciones como la vulvovaginitis candidiásica.

“Cuando las personas tienen niveles de azúcar altos, dependiendo de cuánto tiempo ha pasado, pueden acostumbrarse a no sentirse bien”, dice la doctora Collazo-Clavell. “En ocasiones, esta es la razón por la cual llegan al consultorio”. 

Levantarse varias ocasiones en la noche para ir al baño puede agotar a cualquier persona. Sumado también al esfuerzo extra que el cuerpo hace para intentar compensar la deficiencia de glucosa. 

Estar cansado hace que las personas se irriten. “Cuando bajamos el nivel de azúcar en la sangre de personas que han tenido este nivel muy alto, no es extraño que me digan, “no me había dado cuenta de lo mal que me sentía”, asegura la doctora.

Tener la vista distorsionada, ver manchas flotando en el campo visual o ver ocasionalmente destellos de luz son resultado de un nivel alto de azúcar en la sangre. 

“Tener visión borrosa es un problema de refracción. Cuando el nivel de glucosa en la sangre está alto cambia la forma de los cristalinos y el ojo”, explica la doctora Collazo-Clavell. 

La buena noticia es que este síntoma es reversible una vez que los niveles de azúcar regresan o se acercan a la normalidad. El no monitorear los niveles de azúcar y glucosa por largos periodos puede causar daños permanentes e incluso ceguera, lo cual no es reversible. 

Sentir cosquilleo y adormecimiento en las manos y pies, acompañado de dolor o inflamación, son señales de que los nervios están siendo dañados por la diabetes. 

“Si (los síntomas son) recientes, es muy probable que sea algo reversible”, dice la doctora Collazo-Clavell.

Aún así, como ocurre con la visión, si se permite que los niveles de azúcar estén descontrolados por un tiempo prolongado puede provocar una neuropatía (daño en los nervios), lo cual es permanente. “Es por esto que debemos intentar controlar el azúcar en la sangre tan pronto como sea posible”, dice. 

• Diferentes tipos de pruebas deben ser usadas para buscar señales de diabetes, es decir que el resultado de una sola prueba nunca será suficiente para diagnosticar la diabetes (las pruebas deben repetirse). 
• Una de las pruebas es la de glucosa en plasma en ayunas, con la cual se puede evaluar el nivel de azúcar en la sangre luego de una noche de ayuno (u ocho horas de no consumir alimentos).
• Tener el nivel de glucosa por encima de los 126 miligramos por decilitro (mg/dL) en dos ocasiones significa que se tiene diabetes. 
• El nivel normal de azúcar en la sangre está por debajo de los 99 mg/dL, mientras que un nivel de 100 a 125 mg/dL es considerado prediabetes, la cual también es una condición delicada.