Chica coqueta

Una vez más Jennifer López cambió de look. La cantante fue captada por los paparazzi recién salida del salón de belleza, en Beverly Hills, probablemente preparándose para la boda de Tom Cruise y Katie Holmes.

Lucero lució y se comportó como una princesa en la conferencia de prensa que ofreció en México. La bella llegó de muy buen humor y no se le borró la sonrisa ni siquiera cuando criticó a su sello disquero por no promocionar su nuevo álbum.

Paulina Rubio fue sorprendida por los ejecutivos de su sello discográfico Universal Music Latino con un Disco de Platino por sus ventas en Estados Unidos y Puerto Rico. Y por si eso fuera poco, al día siguiente se confirmó que la Chica Dorada está comprometida con su querido Colate.

Gisele Bündchen se bajó de muy buen humor del avión privado de Victoria's Secret. La brasileña llegó junto a todo un ramillete de modelos a California para presentarse en el esperado desfile anual que ofrece la marca de ropa interior.

Halle Berry no podía perderse la fiesta que Hennessy Cognac ofreció en la inauguración de Café Fuego, el restaurante cubano de su novio, Gabriel Aubry, en Nueva York.

Wilmer Valderrama pasó una mañana muy entretenida en el centro de aviación Waymen, en Florida. El actor cumplió el deseo de un grupo de niños de "Amigos Together for Kids" (institución que acoge a menores en riesgo social) que soñaban con conocerlo.

Penélope Cruz llegó con un coqueto vestido negro a una proyección privada de su película Volver, en Nueva York. A juzgar por la cara de la española, posar para los fotógrafos ya no le hace mucha gracia.

Naomi Campbell dio la cara y se presentó en la Corte Criminal de Manhattan para enfrentar los cargos de agresión que interpuso su ex empleada por haberle arrojado un celular. En esta ocasión la modelo se declaró inocente, pero tiene pendientes otras denuncias similares.

No sabemos qué le estaba contando el diseñador Michael Kors a Mía Maestro en un evento en Beverly Hills, pero debe haber sido muy divertido porque la bella actriz no podía parar de reír.