Aunque en público la reina Isabel mostró un apoyo total hacia su nieto y su esposa, según afirman algunos medios británicos el príncipe Harry y Meghan Markle no obtendrán su permiso para usar el nombre de su marca Royal-Sussex con fines lucrativos.
Anuncio

Tras el polémico anuncio del Megxit en el que Meghan Markle y el príncipe Harry renunciaron a ser miembros de la realeza, se supo que los duques de Sussex habían registrado, según la Oficina de Propiedad Intelectual del Reino Unido, el nombre de Sussex-Royal como marca desde el pasado mes de junio. Ahora, puede que tengan que cambiar de idea o al menos, de nombre.

Meghan y Harry

En la petición de la marca, se aplicó para que su branding cubriera al menos cien servicios: empresas de caridad y educacionales, campañas de marketing, libros, publicaciones, como periódicos o revistas… También podrán utilizarla como marca de ropa en distintas variedades como anoraks, sudaderas, pantalones y hasta pijamas. No se sabe si con la idea de lucrarse o más bien evitar que otros lo hicieran a su costa.

Meghan Markle Príncipe Harry

Ahora, según afirma el Daily Mail, después del gran gasto que supuso para los duques rebeldes registrar su nombre, va a ser precisamente la reina Isabel quien va a prohibirle a su nieto que se lucre con el nombre de Sussex-Royal, ya que en la marca se incluye la palabra “Royal” y ellos ya no son miembros de la realeza, un gesto que está siendo muy aplaudido por su súbditos británicos.

Reina Isabel II

Si esto se confirma, Meghan y Harry tendrían que cambiar además el nombre de su popular cuenta de instagram, que acumula ya más de once millones de seguidores, tantos como los del príncipe William y Kate Middleton.

Harry William Kate Meghan Sussex Cambridge

Mientras que al abandonar el Reino Unido Meghan y Harry soñaban con ser miembros de la realeza a tiempo parcial, pronto fue obvio que esa fórmula no funcionaría.

Meghan Markle príncipe Harry

En las redes muchas personas comentan que el hecho de que la reina les prohíba usar su marca fue un golpe de guante blanco de la soberana, quien después de expresar cuánto amor siente por su nieto y su esposa, vuelve a tomar las riendas del Megxit con mucha discreción sin dejar que los jóvenes se salgan con la suya en nada que ataña a la monarquía.