La actriz mexicana contó en sus redes sociales la amarga experiencia que vivió el año pasado y que la mantuvo durante meses en una cama sin poder moverse y al borde de la depresión.
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Tendemos a creer erróneamente, por el contenido tan idílico que muchas veces se comparte a través de las redes sociales, que la vida de las celebridades es perfecta y maravillosa. Pero no siempre es así. Estos canales de comunicación solo representan una ínfima parte de la realidad que viven los famosos, especialmente lo que estos deciden compartir con sus fans. Y si no que se lo pregunten a Eiza González. Mientras la actriz mexicana compartía el año pasado hermosas fotos en su Instagram, la intérprete de 28 años atravesaba en silencio un duro bache personal que la mantuvo postrada durante meses en una cama sin poder casi moverse y al borde de caer en la depresión.

Más sincera que nunca, la que fuera protagonista juvenil de la exitosa telenovela mexicana Amores verdaderos (2012) decidió compartir este lunes con sus más de 4 millones de seguidores de Instagram el ‘infierno' que vivió y del que afortunadamente logró sobreponerse.

“El último año de mi vida ha sido uno de los más difíciles. Tuve un accidente mientras trabajaba, terminé en el hospital con una doble clavícula fracturada, estaba sola y lejos de casa. Lo guardé en secreto por muchas razones. Tenía tanto que perder, incluyendo grandes trabajos que me cambiaron la vida. Me había estado preparando físicamente para ellos y ni siquiera podía alimentarme o ducharme. En un momento muy crucial estaba completamente inmóvil”, contó Eiza.

“Me esforcé tanto para salvarlo todo, viajé por todo el mundo herida para no perder nada, me esforcé por mantener mi agenda igual, el tiempo no estaba de mi lado para poder recuperarme, incluso bailé sin que nadie supiera que estaba mal. Me esforcé tanto, pero mi cuerpo estaba fuera de mi control y tuve que aceptarlo. Eventualmente perdí cada cosa por la que había estado matándome durante el último año. Todo. Me sentí la persona más débil y derrotada, tanto física como mentalmente. Me sentí tan perdida”, explicó la estrella mexicana.

La actriz, sin embargo, reconoció que la batalla más grande no fue aceptar que había perdido todo ‘mientras estaba acostada en una cama todos los días durante meses' si apenas poder moverse, sino ‘pelear' contra su mente.

“Lo más difícil fue no caer en la depresión”, se sinceró. “Soy tan dura conmigo misma”.

Eiza, afortunadamente, logró salir adelante y hoy gracias a esa dura experiencia es una mujer ‘más fuerte'.

“Podemos ser muy duros con nosotros mismos y nunca nos detenemos y nos amamos por dar lo mejor. Nuestras mentes pueden ser un lugar oscuro. Se necesita mucho para no dejarnos ahogar. Nunca fui más consciente de lo bendecida que soy por estar sana y viva. Admiro a cada persona que lucha por su salud mental y física cada día. Tengo mucho respeto. Este año, estoy empezando desde cero. Soy más fuerte que nunca. Y tú también”, expresó.

¡Gracias por tu sinceridad Eiza!

¡Eres una guerrera!