Casos de animales que han tenido problemas en aviones

Un perro que viajaba en la cabina de un avión de Southwest como mascota que brinda apoyo emocional a su dueña mordió a una niña en la cara. El canino y su dueña fueron expulsados del vuelo.

Delta ahora exige que los perros tengan prueba de vacunas y su récord de salud actualizado 48 horas antes de sus vuelo.

Los dueños de los animalitos también tendrán que firmar un documento que dice que estos se comportarán en el vuelo.

United no permitió que una pasajera abordara su vuelo en compañía de su pavo real.

"El animal no cumple con lo requisitos de United", dijo un representante de la aerolínea. Su dueña trató de hacerse acompañar del pavo real en el avión pero no pudo pasar más alla del lobby del aeropuerto con el animal.

En junio, Sandra Dale y su hijo se dirigieron al Aeropuerto Internacional Baltimore-Washington con sus dos gatos, Bells y Charlee, para tomar un vuelo con rumbo a Hawaii.

Después de algunos retrasos —pero antes de despegar— Dale y su hijo recibieron la triste noticia que Bells no se encontraba en la jaula donde debería ser transportado. Tras una búsqueda de 10 horas, los restos del animalito fueron encontrados el día siguiente en una cinta transportadora del aeropuerto.

Dale afirmó a los medios, tras llevar los restos de su mascota a un veterinario, que ella pensaba que su gato fue atropellado en la pista y luego puesto donde fue encontrado.

Un perrito de ocho semanas que viajaba en Delta de Virginia a Idaho —haciendo escala en Detroit y Minneappolis— fue enviado a Las Vegas por equivocación.

La confusión de debió a un retraso en uno de los vuelos que causó que el perro se quedara una noche en Detroit. Al día siguiento, empleados de la aerolínea lo pusieron erróneamente en un vuelo a la Ciudad del Pecado.

Eventualmente, el perrito llegó a casa sano y salvo.

Luego de darse cuenta que tenían un perro a bordo cuyo destino era Ohio, un vuelo de United que inició en Newark, New Jersey con destino a St. Louis, Missouri, fue desviado a Akron, donde dejaron al animalito —y retomaron el viaje de los demás pasajeros.

Catalina Robledo abordó un vuelo de United para viajar de Houston a Nueva York con sus dos hijas y su perrito.

Tras poner el portador de su perro debajo en sus piernas, una azafata le dijo que estaba bloqueando el pasillo por lo que tenía que ponerlo en el compartimiento de arriba, donde se guardan las maletas de mano.

Robledo le dijo que dentro del portador había un perro, pero la azafata le respondió que no importaba y lo puso arriba. Cuando aterrizaron y bajaron la jaula, el perro estaba muerto.

Belen Aldecosea le dijo a PEOPLE que la aerolínea Spirit le había asegurado que podía llevar a su hámster consigo durante su vuelo.

Sin embargo, el día de su viaje empleados de la aerolínea le dijeron que no podía viajar con el roedor y que lo tenía que dejar o tirar por el inodoro —algo que Aldecosea terminó haciendo porque pensaba que el animal correría peor suerte si lo dejaba suelto en el aeropuerto.

Spirit confirmó que una de sus representantes le dio información errónea a la chica sobre sus políticas sobre volar con roedores— pero negó haberle dicho que descartara al animal de esa forma.

Michael Dellegrazie y su novia viajaban hacia New Jersey desde Phoenix con su perrito, que viajaba en la parte de carga de un avión de Delta.

Según un canal afiliado a la cadena ABC, un empleado de la aerolínea lo chequeó durante la escala que hizo el avión en Newark —y estaba vivo. Sin embargo, cuando otro empleado fue a chequearlo dos horas más tarde, el perro estaba muerto.

Dellegrazie exigió una investigación criminal mientras la aerolínea está realizando una investigación interna.

Un Pastor Alemán que viajaba bajo el programa de United para mascotas, PetSafe, fue enviado por equivocación a Japón en vez de a Kansas City.

La aerolínea lo confundió con un Gran Danés—perro que se suponía fuera el que terminara en ese país asiático. Una vez rectificado el error, cada can terminó en su destino correcto.