10 frases súper poderosas de Lady Di
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Reina de corazones
Entre los títulos que se le dieron a la Princesa de Gales, ninguno fue más acertado que el que ella misma pidió tener: "No voy a ser la princesa de este país, pero quisera ser la reina en el corazón de las personas", dijo tras su divorcio del príncipe Carlos. Fue un título que no heredó de acuerdo a su linaje ni adquirió por su estado civil, pero que bien supo ganarse gracias a un intenso trabajo en una diversidad de obras benéficas y sociales.
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Actos de bondad
Con frecuencia fotografiada con ancianos, como esta vez en que le acercó este ramo de flores a esta mujer en un asilo para retirados en Washington DC, no dudó en decir: "Realiza un acto esporádico de bondad, sin ninguna expectativa de recompensa, y ten la certeza de que un día alguien podría hacer lo mismo por ti".
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Sobre su misión
"Ayudar a los más necesitados es una parte esencial de mi vida, una especie de destino", dijo una vez. Esta foto, tomada con jóvenes víctimas de las minas en Angola, confirma lo mucho que disfrutaba de esa "misión".
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Sobre los niños
Siempre pensó mucho en los niños, por eso hasta se inclinó a conversar con ellas durante su visita a australia en 1985. “Los abrazos pueden hacer mucho bien a las personas, especialmente los niños", decía. Y así lo demostró.
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Su prioridad
"Lo más importante en la vida es la familia", repitió en más de una ocasión. aquí la vemos posando frente al piano de su apartamento en Kensington Palace con los príncipes William y Harry a quienes, incluso unas horas antes de morir, llamó por teléfono.
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Era un espíritu libre
Con frecuencia manifestó que le gustaba la libertad de actuar espontáneamente. "No creo en un libro de reglas, (dejo que) me dirija el corazón no la cabeza". Aquí la vemos poco antes de su muerte mientras paseaba en St. Tropez, en 1997.
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Así de cercana
"Pienso que la enfermedad más grande que el mundo sufre en este día es la enfermedad de la gente que siente no amada. Sé que puedo dar amor por un minuto, por media hora, por un día, por un mes, pero puedo dar. Estoy muy feliz de hacer eso, quiero hacerlo". Y así lo hizo, aquí la vemos en 1996 visitando a un enfermo de SIDA.
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Su trabajo social
"La gente piensa que al final del día un hombre es la única respuesta. En realidad, un trabajo satisfactorio es mejor para mí". Esa plenitud la demostró cuando viajó a Hyderabad, India, en 1992, en donde convivió con niños, enfermos y desvalidos.
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El poder del amor
"Quiero entrar en una habitación, estar en el hospital con los que están muriendo o en un hospital con niños enfermos y sentir que se me necesita. Quiero hacer algo, no solamente estar". Aquí la vemos abrazando a niños huérfanos de Brasil.
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El poder de una caricia
"Me gusta tocar a las personas, es un gesto que me nace naturalmente, no es premeditado, brota del fondo de mi corazón". Aquí la vemos saludando a las multitudes que salieron a recibirla en su viaje a Canadá, en 1986.