¿Qué ha sido de la vida de Natasha Klauss, protagonista de Pasión de gavilanes?
Nathasa Klauss tenía 28 años cuando llegó a su vida Pasión de gavilanes (2003), una exitosa telenovela de Telemundo que, sin ella buscarlo, cambiaría por completo su vida y su carrera.
Gracias a esta producción, la actriz logró reconocimiento a nivel mundial y se ganó el cariño del público con su inolvidable interpretación de Sarita Elizondo.
“Todo fue maravilloso. Mis compañeros, las salidas con el elenco a presentaciones, los viajes que hicimos, las locaciones, los caballos… “, recuerda Nathasa a People en Español de su participación en esta historia.
Durante varios años, Klauss fue uno de los rostros habituales de las telenovelas de Telemundo con títulos como La mujer en el espejo, La tormenta y El Zorro, hasta que en el 2011 grabó su último proyecto con la mencionada cadena: Los herederos del monte.
“Lo que más recuerdo de esa época son los compañeros de trabajo, todos los actores extranjeros que conocí, la empresa productora RTI y el personal de trabajo con el que estuve casi seis años seguidos”, rememora.
La actriz de 41 años reconoce que ha cambiado mucho desde que participó en Pasión de gavilanes. “Cuando hice esa historia apenas estaba empezando y ahora en mi país soy una primera actriz respetada y querida. No me quedé en el boom del momento, tuve la oportunidad de seguir creciendo como artista y también como mujer”.
Recientemente, gracias a la transmisión de la producción colombiana La esclava blanca en la que ella participa, Natasha volvió de alguna forma a la pantalla de Telemundo para deleite de sus fans. “Hacer una teleserie de época es sin igual. Los vestidos, el arte, la forma de actuación, el tono… es maravilloso. El grupo que hicimos fue mágico. Soy de tierra caliente así que me adapté muy bien al clima a pesar de los vestidos”, cuenta.
La vida le sonríe también en el terreno personal. La actriz tiene dos hijas: Isabel y Paloma, de 15 y 7 años respectivamente. “Como mamá soy tierna, amorosa y comprensiva, pero pongo los límites cuando se debe. En la casa hay paz y dialogamos. Soy ‘loca' como dice mi hija Isabel porque de arrebatos me pongo a bailar con ellas, de pronto amanece y canto… En fin seguiré viendo la vida desde la niña que llevo adentro con la responsabilidad de la adulta”.
¿Le gustaría regresar a Telemundo? “Por supuesto que me encantaría. Fue mi casa durante muchos años y sé que el público me recibiría muy bien. Ese es uno de mis sueños este año”, confiesa.