Mauricio Martínez: "Hay que dejar atrás la homofobia y promover el respeto y el amor"
En octubre de 2014, luego de que una revista mexicana decidiera dar a conocer su estado civil, Mauricio Martínez hizo pública su homosexualidad.
“Si bien no era algo público tampoco tenía nada que ocultar ni nada de qué avergonzarme así que decidí confirmar que estaba casado y que era un hombre gay. Mi vida ha cambiado mucho desde entonces pero no por la noticia sino porque la vida eso es: cambio constante”, contó a People En Español.
“Es impresionante el respeto, el apoyo y las muestras de cariño que he recibido desde entonces. En verdad ha sido algo hermoso e incluso siento que mi carrera va en ascenso”, dijo.
El actor mexicano, que participó en la segunda temporada de Señora Acero, reconoce haber estado rodeado “de mucho amor y el respeto y el cariño” de su familia, amigos, ex parejas y toda la gente que se ha sumado a su vida.
“Me han ayudado a amarme, aceptarme y respetarme por el hombre que soy. Estoy muy orgulloso de la vida que llevo”, expresó.
Martínez es consciente de que aún hay muchos crímenes de odio y suicidios por ese motivo por lo que considera vital que “existan más y más ejemplos de personas que asumen su sexualidad con entereza y madurez y sobre todo que lleven su vida de manera digna y compartan su testimonio para crear conciencia y dejar atrás los tabúes, la desinformación y la homofobia”.
“Hay que poner nuestro granito de arena, crear más apertura, promover el respeto y el amor a los seres humanos sin importar la raza, sexo, religión, nacionalidad.. sin importar nada”, agregó.
A los jóvenes que aún tienen miedo de salir del closet “les diría que para cumplir sus sueños y llevar una vida plena se necesita ser valiente, fuerte y transparente”.
“Cada caso es distinto. Cada historia tiene su propio bagaje emocional y cada persona es dueña de su intimidad. Lo importante es que sean felices con quiénes son y que al final del día se sientan realizados y que sean auténticos en todos los aspectos de su vida”, concluyó.