Leonor, la nueva heredera del trono español
En el gran día de Felipe VI y la reina Letizia, los miembros más pequeños de la nueva familia real se comportaron a la altura de los acontecimientos.
La mayor, Leonor, se convirtió en el mismo instante que su padre juró como monarca en Princesa de Asturias, de Gerona y de Viana, además de duquesa de Montblanc, condesa de Cervera y Señora de Balaguer.
Quienes la conocen aseguran que la nueva heredera, más tranquila y menos traviesa que su hermana Sofía, es muy consciente del papel que le tiene reservado la historia.
“Papá, ¿cuándo voy a hacer yo un discurso como tú?”, le preguntó en una ocasión la niña a su padre, según el diario El Mundo, que recuerda que a sus 8 años se convierte en la heredera al trono más joven de la realeza europea.
El futuro de la princesa empezará a esbozarse en breve. En su nuevo papel, estudiará catalán, euskera y gallego, además de inglés. Cuando llegue el momento, junto a una educación universitaria, ingresará en las academias de los tres ejércitos, aire, mar y tierra, como lo ha corroborado el ministro de Defensa español, Pedro Morenés.
Tanto Leonor como su hermana han estado presente en todos los actos que han rodeado a la proclamación de su padre Felipe de Borbón como nuevo rey, desde la firma de los documentos de abdicación de su abuelo Juan Carlos el miércoles hasta la ceremonia en el Congreso y la recepción en el Palacio Real de este jueves.
La reina Letizia estuvo pendiente de todos los movimientos de sus hijas durante la larga jornada, con gestos cálidos como voltear a verlas, arreglarles el pelo y hasta darles la mano. También se encargó de indicarles lo que tenían que hacer y siempre las subió y bajó del auto que las trasladaba.
En un momento, durante el discurso de su padre en el Congreso de los Diputados, las niñas se distrajeron y su mamá les pidió que guardaran silencio, a lo que obedecieron de inmediato.
En ocasiones intercambiaban algunas palabras con sus padres y al salir del Congreso, Leonor le dio un pequeño abrazo al nuevo monarca. Durante el desfile militar, las niñas miraban asombradas y divertidas, pero siempre cumpliendo su papel al dedillo.
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