El regreso de Alicia Villarreal
Todo estaba preparado para que el nacimiento del segundo hijo de Alicia Villarreal se llevara a cabo sin problemas. El bebé venía sentado, así que la cesárea se realizaría cuatro días antes del Año Nuevo en un reconocido hospital de Beverly Hills. Pero los planes cambiaron abruptamente cuando, antes de lo previsto, la llamada Güerita Consentida estallara en llanto de dolor. “Me llevaron al hospital”, cuenta sobre aquel lunes, 19 de diciembredel año pasado. “Nació mi bebito y no lo oía llorar. Fueron segundos que se me hicieron minutos largos”.
Afortunadamente, todo salió bien. Angelo Cruz Martínez, hijo, o Crucito, como lo llama de cariño su hermana Melenie Aidée (hija del matrimonio anterior de la artista con el ex futbolista y actor Arturo Carmona), es un niño sano, fuerte y perfecto. “Como mujer, uno de los orgullos más grandes son los hijos”, dice la ex vocalista del grupo Límite. “Hoy precisamente me siento con el orgullo tan lleno”.
De ahí, el título de su segunda producción discográfica como solista, Orgullo de mujer. “Creo que Alicia ha captado muy bien una parte de la sensibilidad femenina que no es la habitual”, comenta John Echevarría, presidente de Universal Music Latino. Probablemente por lo que transmite en esta nueva etapa de su vida y su carrera. A tan sólo un día de salir al mercado el sencillo “Insensible a ti”, éste se colocó en el primer lugar de las listas de popularidad en México; Juan Osorio lo eligió como tema para su nueva telenovela, Duelo de pasiones (donde se planea que la cantante tenga una participación especial estrenándose como actriz); en Estados Unidos, el disco de rancheras producido por Joan Sebastian debutó entre los álbumes latinos más vendidos; y ha casi un año de estar alejada de los escenarios por su embarazo, está a punto de iniciar una extensa gira de conciertos. “Alicia es una de los artistas rancheros más importantes que hay, mirando a los ojos a sus competidores masculinos”, asegura Echevarría. “Es una artista muy importante, muy poderosa”.
Eso no se logró de la noche a la mañana. Si bien es cierto que hasta el momento ha gozado de una exitosa carrera ininterrumpida –con cerca de 16 millones de discos vendidos, varios Premio Lo Nuestro, premios Billboard, un sinnúmero de discos de oro y de diamante, dúos con grandes de la música como Andrea Bocelli y un perfume con su nombre– el reto ahora está en poder mantenerse como solista en este reñido género musical. “Nunca imaginé que pudiera terminar todo ese concepto que fue maravilloso”, dice con tristeza la intérprete de 34 años sobre Límite. “Hoy me arriesgué, tomé el camino más difícil, hacer el disco de ranchero, [pero] me ha hecho ser una artista más madura y más completa”.
Y así se siente en todos los aspectos de su vida. A sus hijos no los deja de ver más de tres días; y tras dos matrimonios fracasados –el primero, muy fugaz, con un ejecutivo de una disquera– la regiomontana finalmente vive una relación estable con Cruz Martínez, el pianista y cofundador del grupo tejano Kumbia Kings. “Él es lindo”, dice Villarreal con una sonrisa que ilumina su rostro. “Le encanta llegar a casa, que lo abracemos. Yo soy la esposa más afortunada”.
Pero ¿teme a un tercer fracaso matrimonial? “Cuando ya decidí casarme con él fue porque ya lo conocía [lo suficiente], que ya lo había observado con mi hija, que yo ya sé que es un hombre bueno y que puede haber frutos bonitos”, comenta la cantante, que espera que se cumpla lo de que a la tercera va la vencida.
Los frutos se están dando. Para empezar, está Crucito. “Me ha cambiado la vida totalmente”, confiesa emocionado el padre que ayuda a cambiar pañales. “Ha sido la cosa más importante en mi vida”. Luego está el Grammy Latino que se ganó Cruz por Cuando el corazón se cruza. Y entre los planes está seguir agregándole miembros a la familia. “Me encantaría tener una familia grande”, dice Villarreal. Y Martínez agrega: “Armar una Banda El Recodo [de 17 integrantes]”.
Por el momento, un nuevo embarazo no está en los proyectos inmediatos. Villarreal está recuperando su figura a pasos agigantados a base de dieta y ejercicio para volver a los escenarios esbelta y en perfecta condición física. “Es un orgullo tener un público tan lindo que me apoya no importa las condiciones de mí como persona”, dice Villarreal. “La gente espera, tiene paciencia. Son incondicionales”.
Según su hermana, Coral Villarreal, eso se debe a que “por muy cansada que esté o que tenga problemas, ella atiende a sus fans”. Por eso cuando le preguntan sobre cualquier situación personal ella “les dice tal cual es”, asegura Coral sobre lo directa y abierta sobre su vida personal que siempre ha sido Villarreal durante su carrera.
Y, ¿qué diría Villarreal sobre este momento de su vida? “Que estoy muy agradecida de Dios. No le puedo pedir más porque me castiga”.